Despacito, tranquilos...sin agobiarnos...lo importante es ahora el tiempo...el tiempo de re-encontrarnos, de re-conocernos, de re-entender la nueva realidad.
A nuestros pequeños les toca vivir un patio nuevo, sin poder juntarse con hermanos mayores ni con amigos que no han podido despedir...sin poder entrar a la clase de al lado...todo es extraño pero son unos valientes de los que aprender el cómo lo entienden y cómo lo llevan de bien.
De momento os comparto unos instantes del aula...y su primer día.
Y un regalín de pequeños momentos...